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Soplaré, soplaré, y de mi casita te tiraré

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Visto. Se ha quedado libre aquel chalet al que le habías echado el ojo, así que… ¡¡a por él!! Con el dinero del alquiler de tu piso podrás pagarlo sin problemas.

Hecho. Ya está comprado. Ya tienes tu piso alquilado. Ya te has mudado. ¡¡Y ya te has arrepentido!! El chalet es muy bonito, pero ¿qué narices haces tú ahí con lo bien que se vive en Benimaclet?

Duda legalmente razonable. ¿Puedo tirar a los inquilinos de mi casa? ¿Tengo que esperar muchos años para recuperar mi adorado pisito?

La norma general es que el contrato de alquiler tiene una duración libre. Pero claro, como toda norma general, tiene sus excepciones:

– Para ti, que eres el que alquilas el pisito, el contrato durará nada menos que 3 años. ¿Cómo te quedas? Pues venga, ya puedes ir redecorando el chalet para hacerte más alegre la espera.

– Para el que está disfrutando de tu piso y, por alguna extrañísima razón que ahora mismo no se me ocurre, quiere irse de Benimaclet, a partir de los 6 meses puede avisarte de que recoge sus bártulos y se va. Eso sí, tendrá que hacerlo con 30 días de antelación. Y si tuviste la precaución de ponerlo en el contrato, tendrá que indemnizarte con una mensualidad por cada año del contrato que reste por cumplir de la duración que hayáis pactado.

– Y, por último, una advertencia para las dos partes: si cuando se cumplen los años que habéis puesto en el contrato sin que ninguno de los dos le haya dicho al otro, otra vez con esos 30 días de antelación, que no quiere seguir con el alquiler, el contrato se prorrogará un año más.

Sí, ya sé que te has quedado hiperventilando tras leer el primer párrafo, pero controla tu ataque de ansiedad porque aunque tu inquilino sea ejemplar, te pague a tiempo y se comporte como una persona de bien, todavía puedes recuperar tu querida casita. Aunque, eso sí, tienes que esperar al menos un año. ¿Podrás?

Bien, olvídate de meter chinches por debajo de la puerta, cortarle la luz, el agua y el gas, y tampoco hagas botellón debajo de su balcón de jueves a domingo (aunque estés en Benimaclet), sólo tienes que avisar a ese ocupante de tu hogar dos meses antes de la fecha en la que quieras recuperar tu casa, y decirle que la necesitas para vivir en ella, o para tus hijos o, incluso, que se la has dejado a tu expareja tras el divorcio y ya está. Así de fácil.

Pero cuidado con la venganza porque puede ser terrible. Si en 3 meses no estás viviendo de nuevo en tu casa, tu inquilino te puede volver a tirar de ella y obligarte a cumplir el contrato de alquiler por 3 años más y pidiendo que le pagues por todos los gastos del desalojo de la vivienda. O también puede optar por decirte que te comas tu piso con patatas, siempre y cuando le pagues una indemnización de una mensualidad por cada año que quedara de cumplir el contrato (recuerda, mínimo tres).


Laura Panach. Abogada en Valencia.