
¿Alguien me compra los rotus?
Visto. Se acabó el verano. Toca volver a hacer las maletas, jugar al Tetris en el maletero del coche, y vuelta para casa con las pilas recargadas.
Hecho. Nada más llegar a casita has visto encima de la mesa la lista de los libros, el material escolar y los uniformes. ¡¡Nooooooooo!! Lo habías olvidado por completo y tu cuenta bancaria está temblando.
Duda legalmente razonable. ¿Puedo pedirle a mi ex que pague la mitad de los gastos? ¿O es mejor que me vuelva por donde he venido y me haga ermitaña en la montaña como aquel probe Migué?
A un céntimo por respuesta, díganme los gastos que un niño tiene al año. Por ejemplo, la comida. 1, 2, 3 responda otra vez…
¿Se os han ocurrido más respuestas? ¿Tal vez la ropa, los libros, la matrícula del cole o la guardería? Pues et voilà, estos son los gastos que incluye la pensión de alimentos de un menor. Son los gastos previsibles, necesarios para el cuidado, el desarrollo y la formación de vuestros hijos y que se repiten año tras año.
La primera pregunta que me suelen hacer en el despacho cuando de fijar una pensión de alimentos se trata es: ¿existe una tabla o un tanto por ciento del sueldo para poder fijar la cuantía de la pensión de alimentos? Y la respuesta es NO, “ENE” “O”.
Viendo mi experiencia, leyendo mucho y pensando un poco, la fórmula más equitativa y que ayuda a evitarnos las guerras sobre la pensión de los hijos es la siguiente: coger un lápiz y un papel (sí, también vale un móvil, una tablet, un ordenador…), sentaros, dejaros llevar por la lógica y apuntar todos y cada uno de los gastos que se os ocurran y que sean necesarios para cubrir las necesidades de vuestros hijos a lo largo de un año. Venga, no es tan difícil: ¿Cuánto pagáis de comedor escolar? ¿Y en la compra de desayunos, almuerzos, meriendas y cenas? ¿Los modelazos de cada temporada cuánto te cuestan? ¿Eres capaz de hacer un cálculo de lo que te gastas en regalos de cumpleaños de los compis de tu hijo? ¿Tienes el recibo de la matrícula del cole del año pasado? ¿Y de los libros? ¿Ha subido el precio de los uniformes? ¿Le das algún dinerillo para salir con los amigos?…
Vale. Ya hemos conseguido fijar una cantidad. Ahora hay que distribuir estos gastos entre los papis, teniendo en cuenta quién tiene más lleno el bolsillo y la dedicación personal que le podéis dar a vuestros hijos, y ésto se divide por los 12 meses que tiene el año.
Lo repito: “y esto se divide por los 12 meses que tiene el año”.
No, no me ha dado un aire. Es que ésta es la respuesta a la segunda pregunta que me hacen, y que oigo en cualquier conversación entre padres divorciados y que pasan una pensión: ¿Por qué tengo que pagar la pensión los meses de julio y agosto, si tengo a mis hijos el mismo tiempo que mi ex? ¡¡¡Pues por esto!!! Porque la pensión se ha calculado teniendo en cuenta los gastos de un año y se ha dividido entre 12. Así que si no queréis pagar en verano, lo que debéis hacer es dividir los gastos ordinarios anuales entre 10 meses, y arreglado. Incluso podéis pagarlo todo de una y así una cosa menos que hacer al mes.
Esperar, que todavía no hemos acabado. ¿Vuestros hijos no van a clases de ballet, fútbol, música, judo, gimnasia rítmica, informática, inglés, etc? ¿Y los dos estáis de acuerdo con que acudan a estas clases? Pues ale, a pagar fifty-fifty o cómo acordéis.
Y para que no haya duda sobre esto, no estaría de más que se incluyeran estos gastos en un listado dentro del Convenio o Pacto Regulador aprobado por el Juez, no vaya a ser que luego alguno se arrepienta y diga que ahora no le apetece seguir pagando las clases extraescolares de fútbol del niño porque es muy malo.
¿Y no va y te dice ahora el tutor de tu hijo que si quieres que el niño apruebe tienes que apuntarle a clases de apoyo? ¿Igual el niño necesita gafas? ¿O quizá no aprueba porque con esto del divorcio el niño necesita ir a un psicólogo? ¿Y no crees que va siendo hora de ponerle unos braquets a esos dientes? Vamos, que todo lo que necesite el niño para su desarrollo y salud, y no lo cubra la seguridad social o algún seguro médico privado que estéis pagando para el niño, deberéis apoquinarlo entre los dos.
Por cierto, ir ahorrando porque los señores que juzgan, a día de hoy, dicen que el carnet de conducir de vuestros hijos deberéis pagarlo a medias ya que es un gasto del todo necesario ¡¡¡y más si habéis decidido haceros ermitaños y tienen que ir a visitaros a la montaña!!!
Si tienes más cuestiones sobre éste tema o cualquier otro, NO DUDES EN PONERTE EN CONTACTO CONMIGO.