
Hasta que el banco os separe…
Visto. Os habéis tirado los trastos a la cabeza, os habéis dicho mil y una lindezas, habéis escuchado los consejos de propios y ajenos, habéis meditado con la almohada y, al final, la separación ya no tiene vuelta atrás.
Hecho. Después de días y días de tira y afloja, caras de póker y burofaxes de por medio, por fin os habéis puesto de acuerdo con las pensiones, la custodia de los niños y hasta el destino de vuestra mascota.
Duda legalmente razonable. ¿Qué hacemos con la casa? ¿Me la quedo yo? ¿Te la quedas tú? ¿La compartimos?

Sí, ya lo sé, después de todas las peleas ya no os quedan ganas de poneros a hablar de la dichosa casita. Que ya está claro quién va a vivir en ella y quién no, por cuánto tiempo, etc. Que sólo tienes ganas de volver a empezar y no volver a ver a tu ex, ni a su abogado, ni al tuyo, ni en pintura!!!!!!
AGUANTA. Si logras zanjar el tema de la dichosa casita tendrás una nueva vida mucho más relajada y placentera. Palabrita.
¿Qué pasa, que el banco se ha tomado muy a pecho eso de “hasta que la muerte os separe” y os pone infinitamente difícil deshaceros de la hipoteca? Tranquilos…………. Respirar…………. y poner el piso a la venta YAAAAAA.
¿Que alguno de los dos sois de esos privilegiados que saben engatusar al banco para que os podáis quedar vosotros solitos la dichosa casita? Perfecto. Al notario que vais, y punto.
Otra opción es la de seguir compartiendo el pisito hasta que consigáis empaquetárselo a alguien, pero yo en ningún caso os lo aconsejo, a no ser que seáis como aquellos que ni ven, ni oyen, ni sienten porque, de lo contrario, deberéis haceros controles del azúcar y la tensión diariamente.
A ver, no es tan difícil. ¿Quién tiene más cerca la casa de sus papis, amigos, hermanos…? ¿Quién está dispuesto a alquilarse un pisito? Sólo tenéis que pensar la opción más sencilla para vuestro caso y compartir gastos, en la medida de lo posible,”hasta que el banco os separe”.
Si tienes más cuestiones sobre éste tema o cualquier otro, NO DUDES EN PONERTE EN CONTACTO CONMIGO.