
Borracho yo… tururu
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Visto. Oficialmente ha quedado inaugurada la temporada de fiestas de todos los pueblos de la contorná, y este año no piensas perderte ni la gran noche de los varietés ¡¡incluyendo Vedete y todo!!. Así que, arranca que nos vamos…

Hecho. Sin saber ni cómo ha sido, ya os encontráis en la barra del bar brindando con cazalla: ¡¡Pooor… el verano!! ¡¡Pooor… las vacaciones!! ¡¡Pooor… los amigos!! ¡¡Pooor… tugal!!… Y ahora un cubatilla, que hace mucho calor… ¿Tequila? ¿Quién ha dicho tequila?…
Duda legalmente razonable. ¿Y ahora tengo que coger el coche para irme a casa? ¿Y si me paran en un control de alcoholemia, qué tengo que hacer? ¿Me pueden llevar a la cárcel? ¿Me haré famoso grabando un video como el de “Pim pam, toma Lacasitos?
Esperemos, por el bien de todos, que este verano tengáis muy presente lo de SI BEBES, NO CONDUZCAS, pero no está demás conocer los entresijos del control de alcoholemia.
Lo primero y principal, si vas por la carretera y ves a un agente de la autoridad con la manita levantada, no, no te está saludando, te está diciendo que ha llegado la hora de soplar. Así que respira hondo, péinate, pon tu mejor cara de buena persona, baja la música, empieza a bajar la ventanilla poco a poco, da las buenas noches y termina tu presentación con una sonrisa que ni los de Profident.
Y esto no os lo digo por decir. Es mucho más importante de lo que os creéis el dar buena imagen y, aunque os acabéis de pimplar una botella de vino de un trago, TENÉIS QUE APARENTAR ESTAR SOBRIOS, porque el señor agente describirá, con todo lujo de detalles en una cosa que se llama “diligencia de síntomas”, vuestro comportamiento, vuestro aspecto físico, el estado de vuestras pupilas, si podéis hablar o no en un idioma descifrable, etc. Y todo esto podrá utilizarse a vuestro favor o en vuestra contra.
Vale, conseguido. Vuestro comportamiento es ejemplar. Ahora el señor agente os explicará en qué consiste todo el procedimiento, y las consecuencias que comporta el dar o no positivo.
Apuntar: la tasa de alcohol permitida en aire espirado para los conductores es de 0,25 mg/l. en aire espirado o 0,50 gr/l. de sangre (0,15 mg/l. en aire espirado y 0,3 gr/l. de sangre para conductores noveles y profesionales).
Llegamos a la segunda parte. Tienes que ser capaz de coger la boquilla que te ofrece el señor agente, colocarla en esa cajita con pantalla y soplar como si no hubiese un mañana. Que sí, que sí, que tienes que soplar como si quisieras apagar las velas de un 80 cumpleaños ¡¡¡y de las que vuelven a encenderse solitas!!!
¿Superado? ¿Ha salido un numerito en la pantalla? Pues… escoge tu final:
OPCIÓN A) ¡¡Enhorabuena!! Ha dado 0.0. Así que ya puedes despedirte del agente, arrancar el coche y continuar hacia tu casa. Eso sí, con una cara de pasmado alucinante. ¿Te han estado dando agua toda la noche y tú no te has enterado hasta ahora?
OPCIÓN B) Has dado positivo, peeeero, el número es inferior a 0,25 mg/l. Así que tienes una nueva oportunidad. Repetirás la prueba a los 10 ó 15 minutos, en la furgoneta de atestados y con un aparatejo de mayor precisión, y si continúas dando un valor por debajo del permitido, y el agente no nota que vas achispado, pasa a la OPCIÓN A).
OPCIÓN C) Ups. Has suspendido el examen. Tu puntuación ha sido superior a la tasa permitida. ¡¡Pero todavía te queda la recuperación!! Tienes 15 minutos para bajar esa tasa de alcohol: chupa granos de café (no me preguntes de dónde sacarlos, yo soy de cápsulas); cómete chicles, caramelos o algo con azúcar que encuentres por las alfombrillas del coche; bebe agua; ponte a correr, haz flexiones, baila la Macarena; lame la batería de litio del móvil; chupa monedas de cobre… Y reza al dios Baco para que te ayude porque si en la segunda prueba sigues rebasando el límite, te llevas a casita una multa de 1.000 euros y 6 puntos menos en el carnet. Toma.
Lo que sí está claro es que si das positivo no vas a poder mover el coche. Por lo que es conveniente que, si no se queda bien aparcado, lo coja uno de tus amigos (que no haya bebido, claro) o que llames a tu madre, padre, tío, hermana… para que venga a recogerlo, y así te evitarás que se lleve el coche la grúa y te toque pagar las tasas.
OPCIÓN D) ¡¡Casi le das la vuelta al marcador!! Has superado la tasa de 0.25 mg/l. y se te nota a la legua la melopea que llevas encima, o 0.60 mg/l. en sangre, incluso sin síntomas. Así que ve pensando en el teléfono de tu abogado porque has cometido un delito contra la seguridad del tráfico (ver https://legalmenterazonable.wordpress.com/2015/05/05/en-boca-cerrada-no-entran-moscas/)
¿Qué es lo que te puede pasar si el señor juez te condena? Pues que te puede caer una pena de prisión de 3 a 6 meses o multa de 6 a 12 meses o trabajos en beneficio de la comunidad de 31 a 90 días. Tranquilo, en el calabozo tienes tiempo de barajar las opciones. Y, además, en cualquier caso te quitan el carnet entre 1 y 4 años. No sé yo si vale la pena…
AVISO PARA LOS LISTOS: Intentar darse a la fuga, negarse a soplar y hacerlo flojo o mal aposta también se considera un delito, así que si no quieres que a lo anterior te sumen una prisión de 6 meses a 1 año, y te quiten el carnet de 1 a 4 años, es mejor que colabores.
Y si estás seguro de que tú no has bebido como para dar ese resultado y quieres contrastarlo, puedes solicitar un análisis de sangre. Pero hay dos inconvenientes. El primero es que lo has de pagar tú, y en caso de que sea negativo, es decir, que tú tuvieras razón, te lo devolverían. Y el segundo inconveniente es que la experiencia demuestra que el valor obtenido en los análisis de sangre es superior al que indica el alcoholímetro por lo que, de no estar completamente seguro de que se trata de un falso positivo, lo más aconsejable es prescindir de él.
Y en cuanto a lo de hacerse famoso, yo creo que sale más a cuenta grabar un video de prevención de alcohol al volante. ¿Quién no se acuerda de Stevie Wonder?
Si tienes más cuestiones sobre éste tema o cualquier otro, NO DUDES EN PONERTE EN CONTACTO CONMIGO.