
A buena vida, mal testamento
Visto. Cenita con los amigos en el bar de moda, charlando de esto y de aquello… sale el tema de los últimos análisis que os habéis hecho… que si colesterol por ahí, triglicéridos por allá… que si la edad…
Hecho. Ya ha tenido que salir el temita del testamento. ¡¡¡Pero si yo no pienso morirme todavía!!! Para qué voy a querer gastarme dinero en notarías.
Duda legalmente razonable. ¿Y si tienen razón y es mejor hacerlo? ¿Pero, y si lo hago y luego me arrepiento de lo que he puesto? ¿Costará mucho dinero? ¿Si no lo hago, el Estado se llevará parte de mis bienes? ¿Y si le dejo todo a mi perro?…
Llega un momento en el que tenéis hijos, alguna que otra propiedad, unas perricas en el banco y pensáis que, aunque vaya en contra de toda la sabiduría facebookiana (véase: “piensa siempre en positivo”, “los 50 de ahora son los antiguos 30”, “si te haces vegano llegarás hasta los 190 años”, etc.) tu muerte ha de llegar. Así que, si puedes elegir que te entierren en un ataúd de Cars, por qué no elegir quién se queda con tu colección de Star Wars.
Por el tema dinero no hay que darle vueltas, ya que hacer testamento puede rondar por los 60 euros. Oye, que hasta se lo puedes pedir a los Reyes Magos. Y sólo te hace falta el D.N.I.
Cuando hicieron la ley lo pensaron todo y dejaron dicho quién hereda a quién y cuánto tiene que recibir. Así que aunque no hagas testamento, tus herederos van a recibir lo que les toque, y serán ellos los que se pondrán de acuerdo en la forma de repartirse lo que haya.
Además, como no es obligatorio hacer una lista de lo que tienes, si compras o vendes algo, o si te toca la lotería, no tienes que cambiarlo. Con uno te vale para siempre. Si tú quieres, claro, porque si te arrepientes, siempre lo puedes modificar.
También podríais pensar que si no hacéis testamento, vuestras cosillas se las queda el Estado. ERROR. Sólo se irán a las arcas de tu Comunidad en el caso de que no hagas testamento y no tengas ningún pariente vivo: hijos, nietos, bisnietos, padres, abuelos, bisabuelos y cónyuge. Esperar, esperar, que no he acabado. A falta de estos, también heredarían los hermanos, sobrinos, tíos, primos hermanos, sobrinos-nietos y tíos-abuelos. Ahora sí.
Lo que sí da que pensar es el tema “Familia”. Las hay que se aman con locura y, cuando aparece una herencia por ahí, si te he visto no me acuerdo. Así que si no quieres ser tú el motivo de las disputas familiares, lo mejor es que lo dejes todo explicadito.
Por ejemplo, si tienes varias casas, algo de joyerío, inversiones en entidades bancarias varias, etc., lo más sensato sería hacer testamento y adjudicar a cada heredero qué es lo que va a recibir. Y si no quieres que haya enfados, hacer que todos hereden la misma cantidad. Así no habrá problemas. Bueeeeno, no debe haberlos, aunque igual a uno le gusta más la casa del hermano, y a éste la de la madre, vete tú a saber.
Igualmente tienes que hacer testamento si prefieres que uno de tus herederos se lleve más parte del pastel que los demás. La ley únicamente te obliga a dejarles dos tercios a tus herederos. Con lo demás, puedes hacer lo que quieras.
Ah, y si le queréis dejar un pellizquito a vuestro amigo del alma, ese que es más que un hermano, también podéis hacerlo en el testamento. Aunque nunca podrá ser superior a una tercera parte de la herencia. Oye, menos da una piedra.
Si lo que vais a dejar no se asemeja a la herencia de la Duquesa de Alba, no debéis preocuparos por los impuestos. Aunque si pensáis que vuestras arcas no son nada despreciables, lo mejor es que acudáis a un asesor fiscal y os explique lo que podríais hacer.
Y aunque hay por ahí algún animalillo que se merecería heredar más que alguna que otra persona, he de daros la mala noticia de que en España las mascotas no pueden heredar. Pero siempre podéis dejarle vuestra herencia a alguien con la condición de que lo cuide y le dé una buenísima vida.
Si tienes más cuestiones sobre éste tema o cualquier otro, NO DUDES EN PONERTE EN CONCTACTO CONMIGO.