
Se acabó el amor. Doy fe

Visto: Agosto. Un mes enterito para disfrutarlo juntos, sin separaros ni un minuto. ¿Y qué es lo que habéis sacado en claro?: QUE YA NO OS AGUANTÁIS.
Hecho: Habéis decidido divorciaros. Y habéis oído que podéis hacerlo en una Notaría en vez de ir al Juzgado.
Duda legalmente razonable: ¿Será más rápido? ¿Más barato? ¿Qué papeles necesitaremos? ¿Nos hará falta un abogado? ¿Nos podrá divorciar el “Luisma”?
Pues así es, desde el 23 de julio de 2015 es posible divorciaros ante Notario con los mismos efectos que si lo hicierais ante un Juez, siempre que cumpláis 3 requisitos: que hayáis aguantado juntos al menos 3 meses desde el bodorrio; que no tengáis hijos en común menores de edad o con una incapacidad; y que hayáis logrado poneros de acuerdo con el reparto de vuestros bienes y deudas.
Dicho del revés, si tenéis hijos pequeños y vuestro divorcio va a ser más sonado que el de Kramer contra Kramer, tendréis que veros en el Juzgado. Ningún Notario se manchará las manos de tinta para ponerse de parte de ninguno de vosotros.
¿Lo hacéis porque tenéis una Notaría cerca del trabajo de ambos y así lo podríais finiquitar en la hora del almuerzo? Pues que sepáis que no lo podéis hacer en cualquiera. La notaría tiene que estar cerca de la casa donde vivíais juntos o de alguno de vuestros domicilios actuales.
Y lo siento mucho pero no os libráis de los abogados. Es obligatorio. Alguno de los de mi especie deberá asesoraros para alcanzar un acuerdo sobre quién se queda la casa, cómo os repartís vuestros bienes y vuestras deudas, si alguno de vosotros va a pasarle una pensión al otro, etc. Y para que el Notario de fe de esto, el abogado tendrá que firmar con vosotros en la escritura de divorcio.
Recopilemos: decisión de divorcio tomada; acuerdo alcanzado con ayuda de abogado; elección de Notaría. Pues ahora cogéis una carpetita y metéis dentro un certificado de matrimonio y, si tenéis hijos mayores de edad, certificado de sus nacimientos (recordar que si son menores o incapaces no podéis divorciaros ante Notario), el Convenio regulador que habéis firmado con el abogado, y todos los documentos que permitan evaluar al Notario vuestra situación económica: declaraciones de la renta, nóminas, certificaciones bancarias, títulos de propiedad, etc.
¿Qué para qué tenéis que llevar todo esto? Pues porque el Notario nada puede decir sobre la decisión que habéis tomado de divorciaros, pero sí puede poner pegas al Convenio que habéis firmado si entiende que deja alguno de los dos en peor situación que al otro. En el momento de la firma de la escritura estaréis divorciados, pero tendrán que pasar al menos 5 días para que el Notario apruebe el Convenio y, si no lo hace, tendréis que recurrir ante el Juez.
Una vez divorciados hay que inscribir todo en los registros correspondientes y pagar los impuestos que toquen. Si no queréis hacerlo vosotros, os lo puede hacer un gestor.
Y si luego queréis modificar el acuerdo al que habéis llegado, por ejemplo, disminuyendo la pensión que pactasteis, tendréis que volver al mismo Notario, con asistencia de abogado, y siguiendo el mismo procedimiento que en el divorcio.
Si lo hacéis por el dinero, no creo que os salga a cuenta ya que la escritura de divorcio puro y duro os puede salir de 200 a 300 euros, a lo que tenéis que sumar la escritura del reparto de vuestros bienes + honorarios de abogado + gastos de gestoría.
Aunque se me ocurren unas ventajas: que si tenéis claro el reparto de bienes, en una semanita podéis estar divorciados; que podéis ir a firmar por la tarde, incluso un sábado, siempre y cuando el Notario os de cita; y que podéis ir por separado o darle poderes a otro para que acuda en vuestro nombre, y así no tenéis que volver a veros las caras (aunque esto también hay que hablarlo en la Notaría). ¿Os imagináis la cara que pondría vuestro ex si en vuestro lugar va a firmar la suegra?
Y si os arrepentís, el Notario puede volver a casaros. Pero eso ya lo razonaremos legalmente en otro momento.